70 años de la controvertida estructura del DNA

Hoy, hace 70 años (25 de abril) se publicó el famoso artículo de James D. Watson y Francis Crick en la revista Nature donde se proponía una estructura hipotética para la molécula de ADN o DNA. En este día celebramos un gran paso en la comprensión de la estructura más íntima ligada al código de la vida. Pero esta historia guarda aún muchas cosas de novela detectivesca, con hurtos y sobre todo muchas intentonas de asalto.

La sinopsis es que la estructura del ADN se pudo deducir gracias al ingenio enorme de estos dos científicos y a los datos ‘aportados’ por la famosa foto 51 realizada por Raymond Gosling con Rosalin Franklin bajo la dirección de Franklin Willkins. También se cumplen, pues, 70 años del artículo de R.E. Franklin y R.G. Gosling sobre la configuración molecular del ADN. Un relato que se suele narrar en los libros de texto como una historia de éxito de la deducción pura a partir de los datos empíricos existentes, algunos, eso sí, importantes cogidos sin permiso a Rosalin Franklin. Empieza a tener mimbres de trama policiaca de deducción perfecta.

Sabiendo el final, parece que la historia es realmente obvia y que averiguar la estructura era cuestión de meses o que con tiempo Franklin u otros hubieran llegado a la misma conclusión, ¿hubiera podido ser!? La narrativa nos lleva a una especie de inevitabilidad por la coherente ‘simplicidad’ de la estructura. Pero no fue así, era algo complicado, para Crick y Watson era una especie de obsesión y esto les llevó a cometer muchísimos errores. De hecho, en su primer modelo, presentaron una estructura muy errada con los grupos fosfato eléctricamente cargados por dentro, un poco sin sentido por la repulsión que esto generaría. Incluso invitaron a ver esta estructura a Franklin y a Wilkins que les hicieron ver su error. De hecho, tras este gran traspié se les prohibió seguir con el tema de seguir construyendo modelos y se les encargaron otras tareas. Pero ellos siguieron en el asunto y más cuando Pauling, el gran científico del otro lado del charco, presento su más que errado modelo de triple hélice que paso todos los filtros.

Los estudiantes leen en las introducciones históricas sobre el tema en sus libros de texto: la proeza, inteligencia e incluso la cara de estos dos hombres blancos y la brillantez de su descubrimiento. Esto de forma muy resumida es así, pero oculta la parte más interesante que son la multitud de traspiés y bandazos que se dieron hasta llegar a deducir las principales características de la doble hélice de ADN. Una doble hélice que como se ve en la primera figura, está compuesta por dos hebras, que corren una en un sentido y la otra al contrario y que están unidas por emparejamiento de cuatro bases distintas, dos a dos, como si de una cremallera se tratara. Además de esta doble hélice configurada como un tornillo a derechas, vieron que se conformaba en el tornillo, un surco fino y otro más grueso. Que las bases de una hebra se unen a las de la otra de forma complementaria y otros muchos detalles que apuntaban a una forma de acumular y copiar información que también dejaron caer en el famoso artículo.

Esta es la forma denominada B del ADN que es la más abundante en condiciones celulares, ya que en función de las variables del entorno en el que se encuentre o a las moléculas que tenga unidas puede adoptar otras conformaciones. Los datos empíricos con el tiempo dieron una estructura más detallada que confirmaban el acierto al deducir la estructura química de esta molécula. Parece ser que Rosalind Franklin estaba más interesada en la forma deshidratada que daba más detalles cristalográficos sobre la estructura, aunque sabía que los fosfatos tenían que estar fuera, pero eso es para otro capítulo.


Hace unos años, conocimos la existencia de una carta de siete páginas que Francis Crick le escribió a su hijo, Michael, fechada el 19 de marzo de 1953. La carta, subastada y vendida por más de 6 millones de dólares en 2013, comienza: «Mi querido Michael, Jim Watson y yo tenemos probablemente hizo un descubrimiento muy importante. En ella hay un dibujo o esquema donde se muestra el esqueleto de fosfato sin las ribosas, con las bases en el corazón de la hélice, pero todavía sin el emparejamiento concreto de las bases A–T y G—C.

No obstante, aunque la molécula da una idea de como se pueden almacenar datos, no ofrece datos como estos se pueden interpretar estos, unas capas de información que tendría que esperar todavía un tiempo.

REFERENCIAS

Molecular Structure of the nucleic acids


R.E. Franklin and R.G. Gosling (April 25, 1953), «Molecular Configuration in Sodium Thymonucleate», Nature 171 (4356): 740–741

Rosalind Franklin y la estructura del ADN

¡Qué loco propósito! Francis Crick

Watson, J. D. (1968). Gunther S. Stent, ed. The Double Helix: A Personal Account of the Discovery of the Structure of DNA

Reflections on the Double Helix’s Platinum Anniversary.  Julianna LeMieux, PhD John Sterling -February 2, 2023

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